“No hay inversión más rentable que la del conocimiento”.
Benjamin Franklin.
En muchos ámbitos de la vida cotidiana se entiende que lo privado es superior a lo público. Hay quien busca la calidad en los centros privados apoyándose en algunas estadísticas sacadas de los informes PISA.
La calidad educativa contempla mayoritariamente la variable socioeconómica, como el nivel económico, cultural y educativo de los padres o la disponibilidad de recursos educativos en el hogar tal y como se puede escuchar en el debate.
La titularidad del centro, su forma organizativa, los recursos educativos o el ratio de alumnos-aula no tendrían que ser variables marginales cuando se habla de calidad.
La educación pública tiene estándares de calidad iguales o superiores que la privada. La gran diferencia está en la selección de estudiantes, ya que la provada capta a los mejores estudiantes.
Sin embargo, educar en la sociedad es lo que hace la pública, por su característica integradora con concentraciones de estudiantes de origen inmigrante y de minorías étnicas.
Por lo que al profesorado se refiere, en la educación pública gana su puesto por oposición y en privada no. Esto no quiere decir que sean mejores, pero si que pasan un examen de mínimos que los otros no.
En conclusión, la pública se apoya en el derecho a la educación, su carácter obligatorio y el hecho que es la responsable de conceder los títulos oficiales. Además, lo que hace la escuela pública es esencial siendo accesible a todos y tiene valores como la participación como clave de la eficacia y la necesidad de transparencia.
Últimamente te veo poco, ¡ponte al día! ¡Ánimo que queda poco!
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